ET y yo

lunes, 9 de enero de 2017

El Acuerdo para el Fortalecimiento Económico o "la válvula de escape" de Peña Nieto

El día de hoy, Enrique "el burro/pendejo/plagiador" Peña, asomó su copete de nuevo para presentar frente a sus borregos y cómplices el llamado Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar (AFEPEF) con el cual el ejecutivo pretende "avanzar en todas aquellas medidas que contribuyan a la estabilidad económica y social del país, la inversión, el empleo, el ingreso y el bienestar de las familias mexicanas".

En el documento invita a los diferentes sectores sociales (empresarios, campesinos, trabajadores y funcionarios de gobierno) a realizar 4 puntos (que yo creo se le ocurrieron ayer domingo mientras cagaba) con los cuales, la sociedad mexicana en su conjunto dará "solución" los efectos económicos del famoso gasolinazo. Los ejes son:
  • Proteger la economía familiar (rogarle a las empresas por que no suban tanto sus precios)
  • Fomentar las inversiones y el empleo (seguir invitando a empresas extranjeras a que exploten nuestros recursos sin devolvernos ni madres)
  • Preservar la estabilidad económica (mantener el crecimiento de las ganancias de la burguesía)
  • Preservar y fortalecer la cultura de la legalidad y el Estado de Derecho (emitir leyes anticorrupción pendejas y reprimir a los opositores)
A resumidas cuentas, el AFEPEF no hace sino reafirmar el proyecto económico y social actual -y que ha sido el mismo desde los últimos 29 años. El acuerdo afirma buscar el bienestar de todas las familias mexicanas, sin embargo, la estrategia a seguir es la misma que nos tiene hoy en las calles quemando gasolineras, liberando casetas de peaje, resistiendo las balas de la policía. EPN sigue apostando al crecimiento económico como la solución a la pobreza y la desigualdad mexicana, cuando los mexicanos necesitamos no es producir más, sino distribuir entre más manos lo que entre todos producimos.

La burguesía desconoce el plan de su líder

Por su parte, el presidente de la Conferencia Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Gustavo de Hoyos (me das risa), en su calidad de representante de la clase burgués, negó la suscripción del acuerdo por parte de esta organización pues coinciden en que el documento es insuficiente y demasiado apresurado para resolver (o mejor dicho, contener) la inconformidad de la inmensa mayoría de un amplio sector de la población.

A para el "patronado" mexicano, es una prioridad que se implementen estrategias integrales dirigidas a disolver efectivamente cualquier fuerza o movilización que amenace el status quo que los mantiene a ellos arriba y a nosotros abajo. En ese sentido, no debe extrañarnos que la COPARMEX -aparentando estar del lado abnegado del pueblo- urge al gobierno federal para que impulse un acuerdo menos mediático y más responsable (que realmente PAREZCA una solución), el cual, como bien señala de Hoyos, no puede desarrollarse en tan solo 3 días.

Y el pueblo ¿Qué opinó?

Pues nada. El AFEPEF pretende ser representante del interés nacional, por eso EPN busca que sea refrendado por todos los sectores sociales, sin embargo, los trabajadores, el pueblo, no fue invitado a participar en la determinación de las prioridades económicas del país, si en cambio, se espera que lo firmemos y obedezcamos. Los sectores populares de la población están siendo representados, en esta toma de decisiones por los sindicatos que desde hace años han avalado todos los retrocesos que los gobiernos federales han impuesto a las condiciones laborales.

Pienso que si le preguntáramos a nosotros mismos (el pueblo) qué hacer para mejorar el bienestar social, muy pocos propondrían atraer inversiones extranjeras, o amentar la tasa de crecimiento económico, y si dudas, puedes checar los resultados de la encuesta Lo que dicen los pobres  (SEDESOL,2004). La mayoría de las personas no quiere que la mantenga el gobierno, sino que se le doten de los recursos necesarios para que su trabaja les remunere lo suficiente para una sostener la vida que ellos decidan.

Le podrán seguir poniendo nuevos nombres, pacto de solidaridad (1988), pacto por México (2012) o acuerdo para el fortalecimiento económico, lo cierto es este tipo de documentos se ha vuelto ya el clásico As bajo la manga con la que los gobiernos de rapiña que defienden el neoliberalismo muestren una imagen de unidad y conciliación nacional cuando en realidad se orquesta el plan para mantener el poder de los ricos..

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